
Por: Alejandro Abreu
La Nueva Cocina Dominicana
He visto con agrado como algunos (as) colegas han comenzando un movimiento denominado “La nueva cocina Dominicana” entiendo que es una buena iniciativa y que nos dará a mediano y largo plazo la proyección gastronómica que necesitamos.
Lo que creo que es que esta empezando por el extremo equivocado; a mi entender empezar por los restaurantes tal vez sea un primer paso, pero donde debe empezar primero es en la aulas y laboratorios de cocina de nuestras universidades y escuelas técnicas. O es que podemos cosechar sin haber plantado una semilla y cuidar de ella?
La nueva cocina Dominicana debe empezar desde la tierra, desde nuestro orígenes precolombinos, de nuestras fuertes raíces Taínas y Africanas, llegando hacer sinergia con la europea.



Esta nueva cocina debe contribuir a la formación y al fortalecimiento de la imagen nacional, dando legitimidad social a ciertos repertorios culinarios y potenciando cocinas regionales como parte del patrimonio cultural que se legara al mundo y a las futuras generaciones. El desarrollo de nuestra cocina debe ir de la mano con el agro, este debe tener la capacidad de incentivar la producción agrícola y orientarla a los productos orgánicos. El agro esta llamado a especializarse en calidad, oportunidad de cosecha, sabores, colores, olores y texturas.
La nueva cocina Dominicana debe empezar en la aulas, pero no será posible sin la unión de las amas de casa, restaurantes, productores, investigadores, gastrónomos, camareros, ganaderos, pescadores, profesionales del marketing y todos aquellos que intervienen de forma directa o indirecta a que el bocado llegue a su boca cada día.
Esta cocina debe llegar a ser “Global” término que nunca se me olvida, aprendido en mis años de estudiante con el maestro Martin Carrera. Esta cocina no debe ser de la memoria sino del sueño, del futuro, de la imaginación; cocina de la libertad y de la emancipación.
Debe ser una cocina de investigación pero también cocina artística. Y es, sobretodo, una cocina que quiere satisfacer al comensal del tercer milenio, que vive en un mundo sin límites ni fronteras, en el cual los medios de comunicación y las redes sociales juegan un papel determinante en el gusto y las tendencias culinarias.
Esta nueva cocina debe ser un proyecto de investigación cultural y gastronómica de todos los protagonistas antes mencionados. De no ser así moriremos en el intento.